Morelia, Michoacán, a 14 de noviembre de 2022.- El redoble de los tambores de la música celta que acompaña a muchas fábulas de elfos y duendes también repicó en las batallas de México en su lucha contra la invasión norteamericana alrededor de los años de 1940; cuando elementos del Batallón de San Patricio conformado por irlandeses y alemanes abandonaron las filas del ejército norteamerticano al considerar que su invasión a nuestro país era ilegal e ilegítima; desde entonces creció una hermandad entre México y las naciones europeas que hoy se sigue rememorando en canciones y acordes que llevan por el mundo la ahora banda de música celta llamada Batallón de San Patricio.

Como invitados de honor en el Festival de Música de Morelia Miguel Bernal Jiménez, el batallón de San Patricio ofreció un concierto en la Calzada Fray Antonio de San Miguel, donde las gaitas acompañados del redoble del tambor fueron bien recibidos por muchos espectadores.

Esto es parte de la magia que se respira en el Festival de Música de Morelia que recrea lo mejor de la humanidad, y en este caso, el Batallón de San Patricio que mantiene viva la hazaña que hicieron posible cientos de inmigrantes europeos que inicialmente llegaron a Estados Unidos de Norteamérica, donde se enrolaron al ejército de aquel país que en 1943 invadía a México.

Los pasajes históricos revelan que al ver cómo el ejército invasor hacía escarnio de la dignidad delos mexicanos, los inmigrantes europeos desertaron y pidieron sumarse al Ejército Mexicano y combatir al país que primero los había enrolado; la misma historia narra que con coraje y valentía combatieron en diferentes batallas, defendiendo sitios como los de Monterrey, La batalla de la Angostura y finalmente la que se libró en el Castillo de Chapultepec, donde ellos mismos relataron que el ejército norteamericano luchaba contra un diezmado ejército mexicano, parco de armas y conformado en una gran parte por niños.

En el concierto que ofreció en esta ocación el Batallón de san Patricio evocó pasajes propiso de su tierra natal, y haciendo una composición musical hibrida, ejecutaron solemnemente el ya internacional Cielito Lindo, pieza con la que se llevó las palmas de los asitentes que apreciaron este evento en el corazón de la capital michoacana.

A continuación la letra de una de sus canciones que evoca la hazaña del Batallón de San Patricio:

Mi nombre es John Riley.
Tendré tu oído solo un rato. Dejé mi querido hogar en Irlanda. Era la muerte, el hambre o el exilio.

Y cuando llegué a América. Estaba en mi deber ir. Entrar en el ejército y caminar penosamente a través de Texas, Para unirme en la guerra contra México

Fue allí, en los pueblos y laderas Que vi el error que había hecho. Parte de un ejército conquistador Con la moral de una cuchilla de bayoneta.

Así que en medio de estos pobres, moribundos católicos, Niños gritando, el hedor de la quema de todo; Yo y doscientos irlandeses Decididos a alzarnos a la llamada

Desde la Ciudad de Dublín a San Diego, Atestiguamos la libertad negada. Así sé que formamos el Batallón de San Patricio Y luchamos en el lado mexicano.

Marchamos con la bandera verde de San Patricio Blasonado con el “Erin Go Bragh” Brillante con el arpa y el trébol Y “Libertad para la República”.

Solo cincuenta años después de Wolftone, Cinco mil millas de distancia. Los yanquis nos llamaron una Legión de Extranjeros Y pueden hablar como quieran.

Luchamos contra ellos en Matamoros Mientras que sus voluntarios estaban violando a las monjas. En Monterrey y Cerro Gordo Nosotros luchamos como hijos de Irlanda.

Fuimos los combatientes pelirrojos por la libertad En medio de estos hombres y mujeres de piel morena. Lado a lado luchamos contra la tiranía. Y me atrevería a decir que lo haríamos de nuevo.

Los combatimos en cinco principales batallas. Churubusco fue la última. Abrumados por los cañones de Boston, Caímos después de cada explosión de mortero.

La mayoría de nosotros murieron en esa ladera, En el servicio del Estado Mexicano. Tan lejos de nuestra patria ocupada, Fuimos héroes y víctimas del destino.