RED 113/Por Patricia Padrón

Morelia, Mich.- Michoacán es un estado con una riqueza cultural e historia impresionante, en medio de la epidemia por COVID-19, su gente y autoridades se mantienen  mplementando acciones que eviten la dispersión del virus que ha dejado
incompletas a más de mil familias en la entidad.

Impopular pero necesaria, se tomó de nuevo una decisión difícil, pero evitar la
aglomeración masiva de personas tiene como objetivo romper la cadena de contagio del
virus que en México les ha costado la vida a 60 mil personas, para dimensionar, 10 mil más
teniendo aforo completo del Estadio de Futbol BBVA en Monterrey.

Tomando como tradición el salvaguardar la vida y salud de la población, el gobernador
Silvano Aureoles Conejo logró el consenso en el Gabinete Estatal de Crisis que determinó
la suspensión de las celebraciones patrias que cada septiembre se replican en todo el país
para festejar la Independencia de México.

Con las miles de cruces por todo el país, aún hay quienes critican las medidas sanitarias en
la entidad, anteponiendo intereses particulares al bienestar colectivo, si bien es cierto la
actividad económica es fundamental en la vida social, tras la muerte, pues no hay vida.

Quienes siguen sin acatar las medidas preventivas, muy seguramente no han sufrido una
pérdida en su familia, de lo contrario, ya tuvieran bien dimensionada lo grave de la
situación que nos tocó vivir, y de la que solo podremos salir si la enfrentamos juntos.

Sin la determinación de las autoridades, la realidad de Michoacán sería hoy muy distinta,
los servicios hospitalarios no han colapsado, los miles de hombres y mujeres profesionales
de la salud se mantienen en la raya con una sola petición a la sociedad, usen cubrebocas y
protejan a los sectores vulnerables. La lucha no es solo de ellos, ponte cubrebocas, se
respira mejor con él, que con un ventilador artificial metido en la tráquea.