Los Reyes, Michoacán.-  “La bandera nos llama a poner nuestras afinidades por encima de las discrepancias, es decir, que aunque pensemos distinto, a final de cuentas todos somos mexicanos, con un objetivo común: lograr la grandeza que nuestra patria merece, haciendo frente a los retos que los difíciles tiempos actuales  imponen y retomando los valores y sacrificios que se requieren  para un mejor futuro”

  Así lo señaló el alcalde Cesar Enrique Palafox Quintero, al fungir como orador oficial de la ceremonia cívica con la que ayer se conmemoro en esta ciudad el Día de la Bandera, evento que tuvo lugar los estrados de la presidencia municipal, bajo la organización de la escuela primaria “Melchor Ocampo” turno matutino, el cual contó también con la asistencia de autoridades y funcionarios municipales.

  Luego de los honores cívicos, que incluyeron el juramento a la bandera por parte de una pequeña estudiante de la escuela organizadora, el edil inició su discurso señalando que “sólo un nacido en esta tierra sabe lo que se siente al ver ondear la bandera nacional en todo su esplendor; el sentimiento de amor y unidad que nuestro lábaro patrio despierta, más allá de las naturales diferencias que podamos tener como mexicanos”.

    Recordó algunos antecedentes de la actual enseña nacional, cuyos colores remiten a la esperanza con el verde, a la unidad con el blanco y a la sangre derramada por los héroes patrios: “ a nuestra bandera se le saluda con la cabeza descubierta y la mano sobre el corazón y la palma hacia abajo; a nuestra bandera se le defiende de todo aquel que pretenda mancillarla; para México, a diferencia de lo que ocurre en otros países, la bandera es intocable, pues la llevamos en el corazón y la sangre” afirmó.

  En este sentido, rememoró  lo ocurrido hace algunos años en la capital del país cuando decenas de ciudadanos de todas la edades ayudaron de manera espontánea a los elementos del ejército nacional cuando arriaban con dificultad la bandera del zócalo debido a un fuerte  viento: “y es que nuestra bandera, no puede bajo ninguna circunstancia, tocar el suelo”, dijo para recordar también, como en 2008, la bandera mexicana obtuvo el primer lugar en encuesta para votar a la bandera más bonita del mundo.

   “Pero más allá de simbolismos y estética ¿a quién no se le eriza la piel al ver ondear nuestra bandera con el viento? ¿Quién no se estremece al presenciar el ascenso de nuestra bandera al compás himno nacional? ¿A quién no se hincha el pecho de orgullo al ver a un deportista derramar lágrimas de emoción por ver a su bandera en lo más alto?”, acotó.

  Dijo que, a casi dos siglos de portar sus colores, la bandera invita a reflexionar sobre qué hacemos para enaltecerla: “¿Honramos con el ejemplo a los héroes nacionales que derramaron su sangre, o estamos realmente unidos como mexicanos? El contexto cotidiano parece decirnos que no, y que quizá, lo único que nos mantiene de pie, es precisamente la esperanza”, apuntó.

  El acto finalizó con la ya tradicional remembranza y de los diferentes estandartes y banderas que ha tenido el país a lo largo de su historia, desde tiempos prehispánicos hasta la actualidad, cada una portada por alumnos caracterizados según el contexto histórico correspondiente.