• Juego perverso que pone en riesgo la vida de los ciudadanos
  • La Secretaria de Salud no ha emitido la alerta, pero tampoco hace presencia

Por el periodísta: Héctor Tenorio

Cuitzeo, Mich.,- El milenario lago de Cuitzeo vive una crisis ecológica y sanitaria, hoy se encuentra fraccionado en tres partes por dos carreteras e igual número de compuertas, las cuales dividen la vida y la muerte.

Los paisajes resultan contrastantes y muchos suponen que es causa de las grandes zonas desérticas por la desforestación; caminar por su planicie reta a los sentidos.

Lanchas quedaron varadas y la mirada se pierde en el horizonte hasta tomar conciencia y parte de la tragedia, fue provocada por la construcción de vías de comunicación; la tala inmoderada; la sobreexplotación de recursos naturales y un déficit de las plantas de tratamiento del agua que desemboca en el lugar, entre otras causas.

El Lago de Cuitzeo es considerado el segundo más grande país, el problema que presenta es la falta de vertientes de agua, ya que se alimenta de pequeñas afluentes internas y se forma principalmente por los escurrimientos pluviales de la cuenca.

Por ello, no es un lago sino un humedal. Su sequía es cíclica y entre las últimas que se recuerdan se presentó en 1997, un año después se repitió y la penúltima se dio en el 2000.

Sin embargo, la sequía que presenta ahora es diferente, porque desde el último tercio del año 2016, comenzó a quedar sin agua la zona poniente y desde mediados del mes de febrero de 2017, las grandes tolvaneras de más de 20 metros de altura empiezan a formarse después de las diez de la mañana y terminan avanzada noche; los vientos soplan tan fuertes que levanta un fino polvo de salitre que llega a las poblaciones de la ribera e incluso, se ha detectado que ha comenzado a afectar a localidades de Guanajuato.

El epicentro del ecocidio corre desde la comunidad Doctor Miguel Silva, municipio de Cuitzeo, a Capacho, municipio de Huandacareo. Sus pobladores sufren las mayores afectaciones de esta crisis de salud y ambiental.

A los bebés al igual que a las personas de la tercera edad, los ataca sin misericordia y una vez enfermos no dejan de tener flemas, los llevan a las clínicas cercanas, pero no hay medicina que cure los efectos del polvo fino del salitre.

Pero ante las infecciones en ojos, nariz, garganta y estómago, los médicos particulares de la localidad recomiendan no exponerse al medio ambiente cuando hay viento y la instrucción es mantenerse enclaustrados en sus casas.

Sin embargo, el salitre no razona y basta un fuerte viento para que se cuela a través de las rendijas y alojarse en todo lugar.

Al entrar a los hogares, se percibe cómo la gente limpia constantemente el polvo, pero no pasan ni diez minutos y todo vuelve a estar igual de polvoriento, la cocina queda cubierta por ese polvo fino, así que respiran y comen lo que el aire lleva y trae.

Exigen presencia del gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles

Para los afectados resulta insuficiente la repartición de tapabocas y pliegos de hules para cubrir entradas de casa y mantenerse aislados del polvo, porque hasta ahora nada detiene al fino salitre que entra y se aloja en todas partes.

La coincidencia de los pobladores es que ya deberían haber hecho presencia las autoridades de los tres niveles de gobierno e incluso, el propio gobernador Silvano Aureoles Conejo debió hacer un recorrido y ordenar atender a los enfermos y buscar las alternativas para reducir el impacto ecológico y de salud.

Por ello, también hay molestia y frustración en contra del presidente de Huandacareo, Humberto González, quien aceptó que hay una crisis de salud en la región y que está cerca de que surjan consecuencias fatales.

La misma suerte corre el edil de Cuitzeo, Juan Mascote Cesenton; porque él explica que el fenómeno es cíclico y advirtió que si tardan las lluvias, las tolvaneras y el azolve serán mayores.

A su juicio, la culpa es de la construcción de las carreteras que cruzan el lago de Cuitzeo de Norte a Sur y viceversa, por no dejar compuertas suficientes para repartir el agua equitativamente y por haber clausurado varios ojos de agua de la ribera al extraer material para la obra.

Mientras que en la ciudad de Morelia, la Secretaria de Salud no ha emitido la alerta ni tampoco ha hecho presencia en la zona para evaluar la situación, es más, parece que ni le nteresa.

Por otro lado, hay quienes aisladamente hay alzado la voz, sin mayor eco, como el dirigente estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Carlos Torres Piña, quien hace días hizo un llamado público para que se atienda el desastre ecológico que sufre el lago de Cuitzeo.

Dijo que no se le ha dado el carácter de urgencia que necesita el asunto y consideró indispensable etiquetar recursos federales para dar el servicio de salud a la población y exhortar a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, específicamente a los delegados federales de la Comisión Nacional del Agua y a la Comisión Nacional Forestal, Oswaldo Rodríguez Gutiérrez y Osvaldo Fernández Orozco, respectivamente, a buscar una solución.

Rumores recorren de boca en boca en torno al problema e incluso, hay quienes aseguran que hay intereses por transpolar la responsabilidad al Gobierno Federal; la cuestión es que éste reaccionará y le endosará el problema a las autoridades locales para debilitarlos políticamente ante posibles electores. En caso de ser así, sería un juego perverso que pone en riesgo la vida de muchos ciudadanos.

Ahora bien, el silencio de Los Pinos no es gratuito, evita involucrarse en una problemática que implica erogar grandes recursos económicos, los cuales no tiene. Sin embargo, su posición provoca que se multipliquen las especulaciones en torno al problema político social de la zona.

La solución no se antoja que se resuelva en corto plazo. Se requiere un diagnóstico de los expertos y empezar actuar. No hacerlo sería una irresponsabilidad que el futuro nos cobrará la factura con una alta tasa de interés.