Con un estilo único, unos looks icónicos y accesorios que combinaban con cada outfit que portó durante sus 70 años de reinado, la Reina Isabell II se convirtió en un gran ícono de la moda y sobre todo la comodidad al vestir sus costosos atuendos.

CORONACIÓN

Después del duelo por el fallecimiento de su padre, el rey Jorge VI, se llevó a cabo la ceremonia de su coronación en 1953, donde portó un bello vestido del diseñador Norman Hartnell que se ha convertido en una pieza de museo.

El modelo de seda blanca bordada con los emblemas florales de los países de la Commonwealth, lo lució al cubrirlo con una capa de terciopelo y lo acompañó de la Corona de San Eduardo, la Corona oficial de Inglaterra, aunque en los primeros momentos lució la diadema de diamantes.

En su calzado, llevó unas sandalias del francés Roger Vivier que estaban confeccionadas en piel dorada con la flor de lis en el empeine, tacón cuajado de rubíes y plataforma interior para reducir el arco del pie.

VESTIDO DE NOVIA

La reina contrajo matrimonio con el príncipe Felipe de Grecia el 20 de noviembre de 1947 en la abadía de Westminster. Ese importante día lució un vestido de hombros marcados, mangas ajustadas y escote corazón, de Norman Hartnell.

Para la creación de esta pieza se requirieron varias semanas de proceso e intervinieron cientos de costureras. Dejó a todos con la boca abierta por los detalles de su hermoso vestido, ya que se podían ver 10.000 perlas bordada e incrustaciones de cristal y lentejuelas que creaban motivos como trigo o flores inspirados en La primavera, el cuadro de Botticelli.

LA BODA DEL PRÍNCIPE CARLOS Y LA PRINCESA DIANA

Con las miradas de más de 3 mil 500 invitados, y más de 750 millones de personas que siguieron la ceremonia a través de los medios de comunicación, esta boda se llevó a cabo el 29 de julio de 1981, donde la Reina portó un vestido azul turquesa con acabado plisado y manga francesa que conjugó cromáticamente con su tocado y bolso de mano, además de llevar unos guantes blancos.

EL COLOR AMARILLO

En muchas ocasiones vimos a la reina apostar por su color favorito, el amarillo, como en el caso de la boda de los duques de Cambridge en 2011, donde Isabel ll jugó a los contrastes con accesorios en blanco. Las tonalidades pastel como pueden ser lila o el rosa claro, tuvieron gran protagonismo en el vestidor de su Majestad.

Durante todo su reinado pudimos ver a la reina con vestuarios muy costosos, además de accesorios y coronas diseñadas exclusivamente para ella con piedras preciosas que valen más que muchas de las que pudiera poseer líderes mundiales como ella.

Sin duda alguna, al igual que la princesa Diana, su legado en el mundo de la moda continuará en las siguientes generaciones de la Familia Real Británica.