RED 113/ Por Lorena Cortés 

Morelia, Mich.- 08 de agosto de 2022.- Así llamo el presidente Petro, a su estrategia para la construcción de paz en Colombia, quien, junto a Francia Márquez su vicepresidenta, el día de ayer 7 de agosto, tomaron posesión de ese país Latino, que, como México y otros países de la región, la violencia homicida, como uno de los indicadores de mayor impacto de la inseguridad, se convirtió un lastre social y en el mayor de los retos. 

Son varias las lecciones aprendidas de Colombia frente a la inseguridad y el arribo del primer gobierno de izquierda a ese país no las desconoce. Una de las acciones que de forma contundente dispuso el presidente Gustavo Petro, es la desincorporación de la Policía Nacional de Colombia de la Defensa Nacional. Es decir, la desmilitarización de esa corporación policial. 

Lo que considero de llamar especialmente la atención es la propuesta de la “Paz Total” como estrategia para la construcción de paz de Colombia. Y es que Colombia (como México), lleva abierta una herida de cientos de miles de víctimas del crimen desde hace varios años y no terminan ambas naciones por encontrar un sendero posible para la paz sostenible en el tiempo. 

En la historia comparada con el resto de los países del continente, Colombia se destaca por el alto nivel y la persistencia de las armas en la política, el paramilitarismo y los niveles pandémicos de la violencia letal, lo que para Colombia se volvió normal, no lo es para muchos otros países de la región, con la excepción de México, que al paso del tiempo la violencia homicida es parte del paisaje cotidiano. Aclaro que el conflicto armado en Colombia y la violencia que ha derivado de ello es diferente a la realidad que enfrentamos en nuestro país desde hace más de dos décadas. 

Sin embargo, hay lecciones aprendidas que ahí están y que México debe voltear a ver con lupa. En Colombia han sido varios los esfuerzos por construir paz, la paz grande, verdadera y definitiva. 

Gustavo Petro llega a la Presidencia con la idea negociar con organizaciones criminales asociadas al crimen organizado, como parte del rompecabezas de su plan de construcción de paz, lo que implica todo un desafío jurídico y político, por que una de las lecciones aprendidas en Colombia que describió la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición; es que con el enemigo no se negocia, nunca se le dice la verdad. Con él no es posible construir el “nosotros y nosotras” de una nación. La pregunta es si ¿prosperará su visión de construcción de paz o es más idealista que realista su propuesta? Al tiempo.